sábado

Día tortuoso... como muchos...

No quiero escribir, quiero leer, obsesiva y devoradoramente, pero escribo igual, porque las comisuras de mis dedos no quieren callarse, porque mi cabeza no para de estallar en refulgentes flashes de conciencia, cuyo objeto es de lo más multipropósito y variopinto... porque me molesta la dependencia de mi desahogo, que donde pone la atención no puede dejar de revolver la normalidad, como si la tranquilidad me estuviera vedada, y me encontrara irremediablemete atada a la marea furiosa de los ojos abiertos... y me ahogo en el mar de locura, y por ahora me callo, y me voy a leer...